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El BCE da por finalizado el periodo de tipos negativos

21.10.2022

Los índices de renta variable cerraron en positivo durante los dos primeros meses del segundo semestre del año en ambos lados del Atlántico tras las caídas de doble dígito acontecidas durante la primera mitad de 2022, si bien la volatilidad permaneció en niveles muy elevados. El conflicto bélico en Ucrania siguió sin atisbos de que pueda finalizar a corto plazo y, en consecuencia, los problemas energéticos permanecieron castigando especialmente a Europa tras la decisión por parte de Moscú a finales de agosto de suspender por completo el tránsito de gas a través del gasoducto Nord Stream 1, el cual operaba ya solo al 20 % de su capacidad. El precio del gas TTF en Holanda, de referencia en el mercado europeo, llegó a rondar los 350 euros por megavatio hora, unos niveles récord en el año, multiplicando por más de cinco veces el precio al cierre de 2021. Esta escalada de precios y el consiguiente impacto en el IPC seguirán condicionando las políticas monetarias, tal y como se dejó entrever en la reunión anual de banqueros centrales en Jackson Hole: “El restablecimiento de la estabilidad de precios requerirá probablemente el mantenimiento de una política restrictiva durante algún tiempo”, declaró Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal. En términos geopolíticos, Boris Johnson dimitió como primer ministro británico y Elizabeth Truss, del Partido Conservador, se convirtió en la nueva primera ministra después de dos meses de competición contra el exministro de Finanzas, Rishi Sunak. Finalmente, la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU., Nancy Pelosi, a Taiwán añadió tensión a la zona, con China respondiendo con maniobras militares de perfil agresivo.

En términos macroeconómicos, e último dato del IPC estadounidense correspondiente al mes de julio sorprendió positivamente al mercado al situarse por debajo de lo esperado. El IPC interanual fue del 8,5 % (vs. 8,7 % esperado y 9,1 % anterior), el IPC subyacente interanual fue del 5,9 % (vs. 6,1 % y 5,9 %), el IPC intermensual fue del 0,0 % (vs. 0,2 % y 1,3 %) y el IPC subyacente intermensual fue del 0,3 % (vs. 0,5 % y 0,7 %). Sin embargo, el dato de inflación europeo salió más elevado de lo esperado al avanzar un 9,1 % en términos interanuales (vs. 9,0 % esperado y 8,9 % anterior) y un 0,5 % en términos intermensuales (vs. 0,4 % y 0,1 %). Además, se publicó el PIB correspondiente al segundo trimestre de 2022 en Estados Unidos (-0,6 %), en la zona euro (0,7 %) y en China (0,4 %). Los dos descensos trimestrales consecutivos del PIB estadounidense cumplen la definición estándar de “recesión técnica”, aunque en este caso el dato está fuertemente impactado por los inventarios, los cuales restaron un 1,8 % al PIB -las interrupciones en la cadena de suministro han dejado productos sin terminar, los cuales no pueden incluirse en el PIB hasta que no finalice su proceso de producción y entrega-. Por otro lado, el Fondo Monetario Internacional rebajó las previsiones de crecimiento mundial por tercera vez este año para 2022 y 2023 en 4 y 7 décimas, para situarlas en el 3,2 % y el 2,9 %, respectivamente. Esta rebaja tiene en cuenta el impacto de las políticas monetarias contractivas llevadas a cabo por los principales bancos centrales, la mayor desaceleración en China y el conflicto bélico en Ucrania.

En política monetaria, el Banco Central Europeo elevó en 50 puntos básicos los tipos de interés de referencia en su reunión de julio para, en la reunión de septiembre, volver a elevarlos en 75 puntos básicos, con lo que llevó la facilidad de depósito hasta el 0,75 % y dio por finalizado así el periodo de tipos de interés negativos. Además, el organismo presidido por C. Lagarde avanzó que dejaría de comunicar las guías futuras con el objetivo de evaluar “reunión a reunión" el marco a adoptar en términos de política monetaria en función del contexto económico. Paralelamente, la Reserva Federal incrementó los tipos de interés de referencia en 75 puntos básicos en las dos últimas reuniones de forma consecutiva y los situó en el rango 3-3,25 %.

Los mercados de renta fija gubernamental reflejaron el tono hawkish de los principales bancos centrales dando impulso a los rendimientos durante los dos últimos meses. Así pues, el bono a 10 años de Alemania amplió su rendimiento en 21 puntos básicos para situarse en el 1,541 % a 31 de agosto, mientras que el Treasury 10Y estadounidense amplió su rendimiento en 18 puntos básicos hasta alcanzar niveles del 3,193 % al cierre del periodo.

Desde una perspectiva microeconómica, la temporada de resultados correspondiente al segundo trimestre de 2022 fue positiva en términos de crecimiento, especialmente para el sector energético. Por lo que respecta al Euro Stoxx 600, el crecimiento de los ingresos se situó en el 28,0 %, mientras que el beneficio por acción aumentó un 14,6 %. Por lo que respecta al S&P 500, el crecimiento de los ingresos fue del 13,7 %, mientras que el beneficio por acción hizo lo propio en un 7,34 %.

En cuanto a los índices de renta variable, el Euro Stoxx 50 subió un 1,8 % durante los dos últimos meses y situó su rendimiento anual en el -18,17 %. En España, el IBEX 35 bajó un -2,6 % para alcanzar el -9,5 % desde el cierre de 2021. En EE.UU., el S&P 500 se apreció un 4,5 % en julio y agosto y un -17,0 % YTD. Por su parte, el Dow Jones Industrial Average y el Nasdaq situaron sus rendimientos en el 2,4 % y el 7,1 %, respectivamente, y lograron rentabilidades acumuladas del 13,3 % y del -24,5 %. Finalmente, el desempeño de los mercados emergentes, medidos a través del MSCI Emerging Markets, ha sido equivalente al -0,7 % en el periodo y al -19,3 % desde que se inició el año. Por su parte, el Brent reculó un -11,5 % durante julio y agosto como consecuencia de los temores a una recesión y la consiguiente caída esperada de la demanda, aunque sube un 24,1 % en lo que va de año gracias a la reactivación macroeconómica pospandemia y a la crisis energética. El oro bajó un -5,3 % durante los dos últimos meses y acumula una caída del -6,5 % en 2022. Por último, la paridad eurodólar se situó en 1,005 al cierre del período desde 1,048 al cierre de junio y 1,137 vistos a finales de 2021.

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