Caja Ingenieros prevé recortes de tipos hacia una política monetaria menos restrictiva
- Juanjo Llopis, subdirector general y director del Área Negocio y Servicios al Socio de Caja Ingenieros destaca la solidez de los fundamentos de la economía pese al actual contexto de volatilidad e incertidumbre
- El impacto de la política de la FED y el BCE, sumado al fin del impulso de la demanda tras la pandemia del Coronavirus, dará lugar a una desaceleración moderada
- Las elecciones presidenciales de EEUU, el riesgo de escalada de los conflictos armados en Oriente Medio y la continuación de la guerra de Ucrania, son los principales aspectos geopolíticos que impactarán en la economía en el corto plazo
Con el objetivo de ayudar a sus socios y socias a tomar las mejores decisiones financieras y de inversión, Caja Ingenieros, cooperativa de crédito de servicios financieros y aseguradores, ha presentado en sendas sesiones, en la Bolsa de Barcelona y en la sede de la Real Academia de Ingeniería (RAING) de Madrid, su informe sobre Perspectivas Económicas y Financieras para el segundo semestre de 2024.
Durante la sesión, Bas Fransen, director de Mercado de Capitales de Caja Ingenieros, y Dídac Pérez, director de Inversiones de Caja Ingenieros Gestión, han desgranado las principales claves del actual contexto económico, que no han dudado de definir como volátil y marcado por la incertidumbre, pero basado en sólidos fundamentos. “La labor de saneamiento de las economías que se derivó de la crisis de 2008 nos permite una mayor capacidad de maniobra, aún en tomas de decisiones radicales como el cambio de sentido de los bancos centrales, para combatir la inflación y evitar la recesión”, ha argumentado al respecto el subdirector general y director del Área Negocio y Servicios al Socio de Caja Ingenieros, Juanjo Llopis, durante su discurso de introducción a la sesión.
En el largo plazo, se prevé una fragmentación económica basada en política de aranceles e industrial nacional. Los estados destinarán un mayor gasto en defensa y las economías serán menos colaborativas. Un entorno de mayor incertidumbre y volatilidad que afectará a las primas de riesgo y sumará presión a los precios. “El resultado de las elecciones presidenciales de EEUU, el riesgo de escalada de los conflictos armados en Oriente Medio y la continuación de la guerra de Ucrania, son los principales aspectos geopolíticos que determinarán el escenario geopolítico de cara a 2025”, ha explicado Bas Fransen.
Inflación y presión alcista en el largo plazo
“Si bien vamos a experimentar en el corto plazo una bajada de la inflación, con una moderación del IPC hasta entorno un 2% debido a políticas monetarias restrictivas y a los ajustes en la oferta, en el largo plazo vamos hacia un escenario de mayores tensiones inflacionistas que se va a derivar, principalmente, de cambios demográficos, geopolíticos, sociales y climáticos”, ha advertido Dídac Pérez.
Aspectos como el impacto de la IA en la productividad, los flujos migratorios para hacer frente a la bajada demográfica de países con un elevado índice de envejecimiento poblacional o el impacto de nuevas formas de energía en un contexto de cambio climático y fuerte apuesta por una necesaria descarbonización de la actividad, podrían mitigar las tensiones alcistas en precio, que según los expertos de Caja Ingenieros apuntan a una mayor presión de los precios.
Solidez, pero con cautela
En un panorama de fragmentación de las economías, de políticas proteccionistas de las que se derivan aranceles que redundan en una presión al alza de los precios y en una moderación del comercio internacional, los expertos de Caja Ingenieros prevén que en el corto plazo se inicien recortes en los tipos de interés, hacia una política monetaria global menos restrictiva. Aun así, Fransen y Pérez advierten que los bancos centrales no bajarán la guardia en el medio y largo plazo y sus políticas seguirán marcadas por la cautela.
Al fin del impulso de la demanda tras la pandemia del Coronavirus, se sumará el efecto que el impacto de la política de la FED y el BCE en su cambio de objetivo de combatir la inflación a evitar la recesión; lo que dará lugar a una desaceleración moderada de la economía. A medio y largo plazo, la solidez de los fundamentos del sector privado genera la confianza en una recuperación del crecimiento.
Optimismo corporativo
Durante su ponencia, Pérez ha destacado el papel protector de las acciones frente a la inflación. “A pesar del reciente aumento en los índices bursátiles, las acciones siguen siendo el mejor activo para protegerse contra la inflación. Además, de cara a la parte final del año y 2025 se prevé un mantenimiento en la senda de crecimiento en las ventas de las compañías, si bien se percibe un cambio en el crecimiento hacia los volúmenes en lugar de precios por aumento del poder adquisitivo de los hogares, y por la fatiga en la digestión de los precios, especialmente en bienes de consumo”.
En palabras del experto, “se espera una recuperación de los márgenes empresariales gracias a la combinación de aumento de ventas y reducción de costes de aprovisionamiento que deberían compensar el aumento de costes de estructura y gastos de financiación. Todo ello versará en un crecimiento de los beneficios empresariales, los cuales deberían seguir acelerando de cara al 2025. Este punto podría animar tanto la actividad de fusiones y adquisiciones como de ofertas públicas de venta, especialmente en Europa y Reino Unido, debido a la caída de valoraciones y a la necesidad de inversión por parte del capital privado. Estas conclusiones reflejan una mezcla de optimismo corporativo y desafíos en la gestión de márgenes en un contexto de inflación moderada y estabilización en los costos”.
La Banca Cooperativa como modelo de futuro
“En el actual contexto de volatilidad, nuestro modelo de Banca Cooperativa se consolida como un modelo de éxito, que crece y da respuesta a las necesidades que, en materia de salud financiera, plantean los nuevos retos de una sociedad que cambia con gran velocidad”, ha razonado Juanjo Llopis.
El subdirector general de Caja Ingenieros ha puesto en valor el hecho de que, actualmente, en Europa, la Banca Cooperativa haya alcanzado ya un 22% de cuota de mercado, sirviendo a 224 millones de personas que confían en una manera distinta de entender y hacer las finanzas, basada en un modelo de gobernanza y de servicios y productos responsables con un claro componente social.