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Análisis de mercados

05.06.2019
La complacencia ante las últimas noticias sigue impulsando a los mercados.

Los índices mantienen la senda alcista iniciada a principios de año, impulsados por un entorno benévolo y acomodaticio de las políticas monetarias. La renta variable ha cerrado el mes de abril con rendimientos anuales acumulados de entre el 15 y el 20% a ambos lados del Atlántico, mientras que los mercados emergentes han logrado crecimientos de doble dígito bajo.

La estabilización temporal, tanto de la disputa comercial entre Estados Unidos y China como del Brexit, ha jugado a favor de las bolsas. Por un lado, el flujo de noticias relacionadas con las negociaciones llevadas a cabo entre EE.UU. y el gigante asiático fue positivo, dando a entender que la voluntad constructiva de ambas potencias prevalece e incrementando las posibilidades de llegar a un acuerdo que sería bien acogido por los agentes financieros. Por otro lado, el Consejo Europeo ha concedido una prórroga que aplaza la salida del Reino Unido hasta el 31 de octubre, hecho que aleja el fantasma de una salida desordenada.

Entorno macroeconómico

A pesar de que las principales organizaciones gubernamentales han rebajado sus perspectivas de crecimiento tanto para el presente año como para el siguiente, la caída generalizada de los índices acontecida durante la segunda mitad del 2018, así como el crecimiento de los beneficios empresariales esperados para el 2019, provocaron que las valoraciones implícitas al inicio del ejercicio económico fuesen atractivas y animasen a los inversores a incrementar su exposición a activos de riesgo.

Los bancos centrales también han jugado un papel fundamental en este inicio de año. El Banco Central Europeo ha lanzado un mensaje dovish o precavido, advirtiendo de los riesgos macroeconómicos y manteniendo sin cambios los tipos de interés de referencia hasta, al menos, finales del 2019, además de anunciar un nuevo TLTRO para el presente año. La tasa de crecimiento de la inflación interanual, medida a través del IPC, se situó en el 1,4% y en el 0,8% en términos subyacentes –excluyendo la energía, los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco–, lejos del objetivo de situarla “en un nivel inferior, aunque próximo, al 2% a medio plazo”. En este sentido, las expectativas de subidas de tipos de interés a corto plazo se mantienen en mínimos.

Por su parte, J. Powell, presidente de la Reserva Federal, ha reiterado su mensaje acomodaticio dejando claro que será “paciente” a la hora de subir los tipos de interés y que adaptará la política monetaria a los datos macro. Además, ha anunciado el final de la reducción del balance iniciada en octubre del 2017 para septiembre del presente año. A pesar de la magnífica salud del mercado laboral estadounidense, con una tasa de desempleo no vista desde la década de los sesenta, la inflación se mantiene controlada en el entorno del 2%. Una vez más, los bancos centrales han mostrado su perfil data-dependiente al aliviar la presión que una hipotética subida de tipos infringiría en los mercados.

A colación, los bonos gubernamentales han continuado su movimiento contractivo iniciado en la segunda mitad del 2018, impulsados por los continuos aplazamientos en lo que a incrementos de los tipos de interés se refiere. Así pues, el rendimiento del bono a 10 años alemán se estrechó en 17 puntos básicos entre el cierre de febrero y el de abril, y situó su rendimiento en el 0,013%. Asimismo, el bono español a 10 años finalizó dicho período en 1,001% desde 1,173%, por lo que la prima de riesgo apenas ha sufrido cambios significativos, y se situó en el entorno de los 95-120 puntos básicos desde la segunda quincena de enero. Finalmente, el Treasury también ha seguido corriendo en precio al haber estrechado su rendimiento en 19 puntos básicos hasta situarse en el 2,525%.

Resultados empresariales

La temporada de resultados correspondiente al primer trimestre del 2019 está siendo moderadamente positiva en Europa, mientras que en Estados Unidos los datos publicados han superado unas expectativas que ya eran alcistas de por sí. Empezando por el Viejo Continente, con el 56% de las compañías que conforman el Euro Stoxx 600 habiendo presentado resultados, el crecimiento de las ventas se ha situado en el 2,1% (-0,6% vs. estimado), mientras que el beneficio por acción conjunto ha escalado un 4,2% (-0,7%); por tanto, si bien los resultados son correctos, se han situado en niveles ligeramente inferiores a los estimados por el consenso. Por otro lado, ha habido mucha polarización en términos sectoriales: de entre los contribuidores destacan salud, tecnología e industrial, mientras que los principales detractores han sido petróleo y gas, junto con materiales básicos.

En Estados Unidos, el 79% de las compañías del S&P 500 han publicado resultados al cierre del presente informe. El crecimiento de las ventas ha sido del 4,6% (tal y como se esperaba), mientras que los beneficios han crecido a ritmos del 7,1% (+12,0%). Por el lado positivo destacan los sectores de salud, servicios al consumidor y tecnología, mientras que en el otro lado de la balanza se sitúa petróleo y gas, junto con utilities y telecomunicaciones. Por último, merece la pena destacar que un porcentaje relevante de compañías han señalado que esperan que el crecimiento se acelere durante la segunda mitad del año.

Renta Variable

Enlazando con los resultados empresariales, los índices de renta variable han avanzado a ritmos de doble dígito en lo que va de año, superando máximos históricos en el caso del S&P 500. El Euro Stoxx 50 ha subido un 6,6% durante los dos últimos meses y ha situado su rendimiento anual en el 17,1%. En España, el IBEX 35 se ha revalorizado un 3,2% para alcanzar el 12,1% desde el cierre del 2018. En EE.UU., el S&P 500 ha registrado una subida del 5,8% en marzo y abril y del 17,5% desde principios de año. Por su parte, el Dow Jones Industrial Average y el Nasdaq se han apreciado un 2,6% y un 7,5%, respectivamente, y han logrado rentabilidades acumuladas del 14,0% y del 22,0%. Finalmente, el desempeño de los mercados emergentes, medidos a través del MSCI Emerging Markets, ha sido equivalente al 2,7% en el periodo y del 11,8% desde que se inició el año.

El comportamiento de las materias primas ha sido dispar. El Brent ha continuado el rally que protagonizó en enero y febrero al haber subido un 10,2% en marzo y abril, para situarse en 72,8 USD/barril, por lo que continúa aproximándose a los 86 USD/barril registrados en octubre del 2018. En cambio, el oro ha cedido un -2,3% durante los dos últimos meses, en consonancia con el apetito inversor por los activos de riesgo, y ha situado el precio por onza en 1.283 USD, niveles prácticamente idénticos a los del inicio del 2019.

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